El nacionalismo puede destruir un gran Estado tradicional. ¿Eso es bueno?

No es sólo un libro de historia, ameno y lleno de contenido incluso novedoso. Es además, y sobre todo, una interpretación de aquel pasado, que parte de un hecho a veces olvidado pero innegable: aquella monarquía, con todos los problemas que se quiera, tenía apoyos, aunque no unanimidades, en cada uno de los pueblos, comunidades, reinos y proyectos que integraban la monarquía.