Todo un soplo de aire fresco, porque la ciencia y su desarrollo técnico se escriben también en nuestro idioma, y eso lo sabe mejor que nadie el autor. Gómez Cadenas nos entrega su capacidad de observar a la sociedad humana como si se tratase de un experimento. Con la objetividad que solo puede tener un científico y la sensibilidad de un artista es capaz de adentrarnos en la otra faceta de la ciencia.