La principal virtud del libro radica no sólo en que Iván Vélez reconstruya con gran rigor los hechos, sino en que ofrece una interpretación de los mismos –gracias, creemos, a las coordenadas del materialismo filosófico de Gustavo Bueno– más potente que otras que se han ofrecido. No se trató de una “ocasión perdida”, como han sugerido algunos autores (Jordi Amat), sino de una “ocasión ganada”, como subraya Vélez (pág. 270), toda vez que las ideas fuerza del europeísmo y del federalismo, incubadas por el CLC, han florecido con inusitada vehemencia en el régimen del setenta y ocho, hasta culminar en el golpe de Estado secesionista de Cataluña.