Este “ensayo histórico” de Jiménez Lozano traerá al lector ecos de Marco Aurelio y Descartes, de Agustín y Pascal, de quienes también nos quedan páginas con las que compartir el fruto, no ya de un esfuerzo estrictamente investigador o erudito, sino el de un preguntarse personalmente, en lo íntimo, por los asuntos que están justo en el centro de la vida.