En «Huid del escepticismo», Derrick reivindica una determinada tradición de la “educación liberal” y propugna una serie de cambios en la enseñanza universitaria para hacer frente al relativismo y escepticismo reinantes en la sociedad. Derrick apuesta por una educación integral y profunda que sirva para captar la realidad a la luz de la fe católica, en el marco de las artes liberales y sirviéndose de la lectura de los grandes libros.