Devuelven a la ciencia la relevancia
filosófica que a veces se le ha negado, y también restituyen a la metafísica y la teología la capacidad de diálogo con una instancia de conocimiento que con frecuencia –y no sin culpa– han marginado».
Devuelven a la ciencia la relevancia
filosófica que a veces se le ha negado, y también restituyen a la metafísica y la teología la capacidad de diálogo con una instancia de conocimiento que con frecuencia –y no sin culpa– han marginado».