Cómo afrontar una nueva evangelización

«No es casual que coincida el comienzo del Año de la Fe con el cincuentenario de la apertura del Concilio Vaticano II. A este respecto, hay que destacar la publicación de El rostro del resucitado (Encuentro, 2012, 423 págs.), del dominico Marie-Joseph Le Guillou (1920-1990), traducido por primera vez al castellano, cuyo objetivo es hacer entender las orientaciones del Concilio.
Para el exegeta francés, el Concilio supuso una novedad, lo que no es obstáculo para afirmar su “continuidad perfecta” con la tradición teológica y eclesiástica. Además, entiende el Concilio como una invitación espiritual a redescubrir la dimensión cristiana, y reconducir a la Iglesia a su fuente, Cristo.
A lo largo de sus páginas, El rostro del resucitado repasa las principales constituciones y documentos conciliares, vislumbrando siempre su carácter existencial. Esto significa que la fe aparece no como una doctrina establecida fríamente, sino como un encuentro personal».