Diego Blanco analiza diez cuentos clásicos, a partir de sus versiones antiguas, de Perrault, los Hermanos Grimm o Andersen, y rastrea sus precedentes en la cultura occidental, y especialmente en la Biblia. A veces recurre también, buscando precedentes explicativos, a algún midrash judío o alguna antigua tradición de época patrística o medieval. Defiende que el significado oculto de los cuentos es, sobre todo, religioso y bíblico, y que por eso otras aproximaciones para entenderlos son forzadas o insuficientes.