Lo considero una secuela de ‘La opción benedicta’, ya que aborda la cuestión de cómo vivir una vida cristiana fiel en un mundo postcristiano. Lo que es diferente en el nuevo libro es que hablo de amenazas directas específicas no sólo para el cristianismo, sino para el tipo de libertades que hemos asumido que estaban en el orden natural del mundo: la libertad de expresión, la libertad de religión, la capacidad de mantener opiniones disidentes sin perder el trabajo, etc.