Fue por aquella época cuando alguien nos dijo que «también el Padre Villoslada hacía versos». El Padre Villoslada era por entonces un jesuita que a nosotros nos parecía mayorcísimo, aunque luego cuando hablabas con él no acabásemos de entender cómo aquel alma de niño podía tener ya cincuenta años. Le recuerdo en su monacal y feísima habitación de la Gregoriana rodeado de montones de libros y folios, sin otro horizonte mundano que una ventana abierta a un viejo claustro y, al parecer, sin otro futuro que el de muchos libros que leer, muchas clases que preparar, muchas cuartillas con ensayos históricos que emborronar. ¡Dios santo!, ¿Cómo podía vivir un poeta entre tan estrechas paredes vitales? ¿Cómo podía convivir con aquella colección de sabios aburridos, arrumbados todos ellos en un mundo muertísimo?
De la Presentación de J.L. Martín Descalzo
Autor
Ricardo García-Villoslada
Nació el 26 de abril de 1900 en el seno de una familia de posición económica acomodada y esmerado ambiente religioso. Con dieciséis años ingresa en la Compañía de Jesús, dando inicio a los estudios de Humanidades, Filosofía y Teología que culminarían con su ordenación sacerdotal en Oña en 1929. Tras pasar por la Universidad de Munich, en 1934 se doctora en Historia, comenzando a dar clases en la recién creada facultad de Historia Eclesiástica de la Universidad Gregoriana de Roma. De 1940 a 1948 dicta cursos de Historia Eclesiástica en la Universidad Pontificia de Salamanca. Desde 1949 vuelve de nuevo a la Gregoriana de Roma, donde ejerce de profesor de Historia Moderna hasta su jubilación en 1975. La cátedra universitaria y la investigación histórica, ambas a la par, serán la palestra de su actividad apostólica y vocacional. Profesor de raza y reconocida competencia, gustaba de romper sus notas una vez acabado el curso académico, a fin de no repetirse al año siguiente y poder preparar con esmero sus clases, que destacaban por su profundidad y elegancia expositiva. Historiador del Humanismo, el Luteranismo y el Renacimiento, el padre García-VilIoslada mostró siempre predilección por dos títulos: la biografía sobre Martín Lutero, el fraile hambriento de Dios en lucha contra Roma, y la Historia de la Iglesia en España, en la que han colaborado los mayores especialistas de España, muchos de ellos alumnos suyos en Roma. A sus cualidades para la docencia y la investigación, unió, además, una faceta menos conocida: su vena poética. Una antología de su extensa producción, de profunda raíz cristiana y existencial, y en buena parte inédita, apareció hace unos años con el título Obra poética, que recoge composiciones de sus libros de poemas Mamá celeste, En trance de renacer y Navegando hacia Dios. Ricardo García-Villoslada falleció en Loyola el 7 de enero de 1991.