Unamuno y Dios
Nota preliminar, colaboración y epílogo de Ceferino Martínez Santamarta.
llamó a Miguel de Unamuno el gran Filólogo alemán E. R. Curtius. Han sido las concuiencias religiosas de los hombres sinceros que se encaran con su destino último las que han sentido más fuertemente la excitación del Rector de la Universiad de Salamanca. Y si muchas almas, en pura vivencia con Dios, no precisan de excitación religiosa, se preguntan inquietas cómo interpretar el pensar y el sentir de este hombre, que se confiesa por todos los caminos y que parece no haberlo encontrado por ninguno.
El libro que ahora presentamos quiere dar una respuesta a ese hondo misterio. Su autor, desde su pensamiento cristiano y desde su íntimo trato con las conciencas, ha intentado acercarse al alma destgarrada de Unamuno. Largos años de reflexión, una decena de estudios ya publicados, las largas visitas a la Casa-Museo de Unamuno, donde la hija de éste, Felisa, le atendió en sus investigaciones con una añoranza filial que se rezumaba en anécdotas y recuerdos de la vida de su padre, todo ello ha dado a este autor posibilidades para dar con la puerta de acceso al espíritu de aquel hombre . ¿Lo halló definitivamente? El teólogo profesional dirá que eso sólo Dios lo sabe. El autor de este libro se atreve a dar un paso ulterior y señalar detenidamente por qué vías y caminos Miguel de Unamuno buscó a Dios, al que se atrevió a definir con estas entrañables palabras: .
¿También para él? Este libro intenta una respuesta que quiere ser respetuosa con el misterio. Pero quiere llegar también a lo hondo del mismo